Adorar la Sagrada Eucaristía



Eucaristía: corresponde y agradece.

La maravilla de este regalo de Dios se redimensiona al considerar que ahí está presente ¡una Persona! San Juan Pablo II habla de dos verbos que debemos poner en práctica cuando tratamos de la Eucaristía: corresponder y agradecer. Amor con amor se paga y nada hay que agradecer por encima de este Don que los incluye todos.



El Sagrario es Betania

“A nuestro Sagrario lo llamo siempre Betania”, decía san Josemaría. El lugar tranquilo y apacible donde está Cristo. Donde se siente amado y despliega su amor a quien lo visita. Y permanece todo cuanto puede a su lado. Pensemos si nos encontramos a gusto cerca de los sagrarios, sabiendo que ahí mantiene Jesús la actitud de todo enamorado: espera.



Concédenos venerar los Sagrados Misterios

Santo Tomás compuso una oración muy empleada en la liturgia eucarística: en la comunión fuera de Misa, en las bendiciones con el Santísimo, etc. Pedimos en ella al Señor que nos haga la gracia de venerar los Misterios de su Cuerpo y de su Sangre de manera tal que experimentemos constantemente los frutos de la Redención. Porque toda la salvación viene de ese Misterio.