Comunión



El Resucitado invita a la mesa

Es un signo elocuente que en los episodios de la Resurrección aparezcan de continuo el pan, el pez… y la invitación a comer. Será como una señal de la Eucaristía: el Resucitado invita a comer y Él se hace manjar. Es, sí, un profundo abajamiento del Señor, pero es también una clara manifestación de hasta dónde quiere elevarnos: hasta la identidad de nuestro yo con el suyo.



Pan vivo que vivifica

Santo Tomás es el gran cantor de la Eucaristía. Su biógrafo relata su intensa fe y piedad al recibir el viático. Nos detenemos ahora en la estrofa: Pan vivo, que da la vida al hombre. Concédele a mi alma que de Ti viva. Si la vida es un atributo divino, está toda ella en la Eucaristía. Puede entonces vivificarme, si la recibo con verdadera hambre. Importancia de la comunión espiritual.



Jueves: Tomen, coman

Recordamos cada jueves el Jueves esencial: el Santo, día que arranca la “enormidad” de la Eucaristía. Su primer sentido es el de comer: un amor que busca la unión a un grado tal que se presenta así. ¿Cómo obtener más fruto de la comunión? Por la conformación de nuestro yo al de Cristo, por el desposeimiento de la propia persona y la entrega al que se entrega.