Amor a Jesús



Jesús trae felicidad

Jesús se da a conocer en la Sinagoga de Nazaret. La profecía de Isaías se cumple en Él: es quien ha venido para dar la vista a los ciegos, la liberación a los cautivos. No hay nada ni nadie que te pueda dar la felicidad, fuera de Jesús. ¿Cómo encontrarlo a Él, para encontrar la felicidad?



Permanece en Mí  - Permanece en mi Amor

Deuda de gratitud con Dios por tener un Fundador santo. Nos dejó su ejemplo, y también su enseñanza, toda ella basada en la Sagrada Escritura. Basta que distingamos una frase de san Josemaría y podremos buscar referencias bíblicas. Por ejemplo cuando habla del “secreto” de la perseverancia: el Amor. Jesús pide que permanezcamos en su Amor, y viviremos amando, inmunes a la falta de perseverancia.



La Samaritana: sed de Dios y sed del hombre.

Los personajes del Evangelio, además de ser históricos, manifiestan también situaciones del alma. En este caso, en la mujer samaritana, se descubre la sed de Dios y la sed de quien no tiene a Dios. Lo impresionante es que es Dios el que nos busca, y su deseo brota de las mismas profundidades de su ser. Darle de beber significa darle nuestro corazón orante.