Amor a Jesús



Nada te separe del amor de Cristo

San Pablo, en la carta a los Romanos, se pregunta qué podrá separarlo del amor de Cristo. Ni la persecución, ni la angustia, ni los espíritus más altos. Entonces, ¿qué? Tan solo el pecado. Afrenta personal, herirlo en su Corazón, porque somos de sus predilectos. Detectar ocasiones de pecado, y fomentar el ansia de reparación.



Cordero de Dios

Juan Bautista ve que Jesús viene hacia él y dice: “He aquí al Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo”. No perdamos de vista la señalización de Juan; Cristo es el único Salvador, sólo Él trae la felicidad. Comencemos por lo más sencillo: el trato familiar, de apertura interior y de confianza.



¿Quién es Jesús para ti?

La respuesta a la pregunta sobre quién es Jesús no se constriñe al dogma o al testimonio de otros: es preciso responderla luego de los encuentros y las experiencias del hallazgo del Señor. Una vida se define por la totalidad de Jesús en su horizonte. Encuéntralo en la oración.