Humanidad Santísima



Tesoro escondido, perla preciosa

Dos pequeñas parábolas que son una joya. En pocas pinceladas Jesús explica el modo de acceder al Reino de los cielos. Uno encuentra un tesoro; otro es un mercader de perlas que haya una valiosísima. El Reino de los cielos no es sino su propia persona. No nos mandó el Padre un libro ni unas tablas de la Ley, sino una carne y una sangre caminando por nuestra tierra. Fuera de Jesús, todo es nada y menos que nada (cf. Camino 432).



Contempla a Jesús

Acostumbrémonos a descubrir a Dios en todo. Iremos así facilitando la oración contemplativa, y el Espíritu Santo podrá darnos la capacidad de contemplar la Humanidad Santísima de Cristo: rostro, mirada, corazón. Viviremos contemplativamente, con el ánimo encendido por los encuentros con Jesús.



6 de octubre

Camino de santidad es la Humanidad de Cristo

La oración colecta de la Misa de San Josemaría tiene un rico contenido para comprender su camino de santidad. Habla de “configurarnos con Cristo”, y en la homilía “Hacia la santidad” dice que el secreto es seguir a Cristo, “tan de cerca que vivamos con Él, que con Él nos identifiquemos”. Recordamos esta enseñanza suya al celebrar un aniversario más de su canonización.