Pasión



No dejes de sufrir por Él

El misterio de amor del lavatorio de los pies y de la institución de la Eucaristía no podía quedar ahí. Asistimos al drama en el que ese Cuerpo ofrecido fue efectivamente destrozado, y esa Sangre derramada. La semejanza entre un Dios crucificado y yo es que no deje un momento de sufrir por Él. Entonces tenemos la garantía del amor auténtico.




Devoción a la Pasión

Jesús pide, como condición, para seguirlo, tomar nuestra cruz. Pero, ¿cómo sacar fuerzas para ello? Con la meditación de su Pasión. Meditando, por ejemplo, sus Siete Palabras en la Cruz, o teniendo devoción a sus Santísimas Llagas. Como san Josemaría, a la de la Mano derecha. O meditando el Stabat.



Beneficios al contemplar la Pasión

Jesús invitó a tres de sus Apóstoles a acompañarlo en su agonía. También nosotros estamos invitados: vayamos con Él, a través de la contemplación, al recorrido del Via Crucis, intentando encuentros de primera mano. Y prolonguemos los frutos de esa contemplación metiéndonos en cada Llaga, meditando las siete palabras, mirando al Crucificado.