Pasión



¿Qué es para ti la Pasión del Señor?

¿Me enfrento con la Pasión del Señor, o la evado? ¿Amo esa devoción, porque esa devoción redime? San Pablo de la Cruz recibió el carisma de propagar el amor a la Pasión del Señor, y ese carisma surge de una aparición de María que le dice que predique de la Pasión: “como el don más maravilloso del amor de Dios, la fuerza que puede transformar al hombre y al mundo entero”. Aceptemos ese inmenso regalo, de meditarlo sacaremos fortaleza.



Seguir al Cordero inmolado

Faltando ya pocos días para la Semana Santa, consideramos al Cordero de Dios que asume nuestros pecados, y en la Cruz nos libera de ellos. El camino de la salvación consiste en aceptar su llamada a acompañarlo ahí: “El que quiera seguirme, que tome cada día su cruz…” Una cruz no aceptada se resuelve en queja; una cruz amada nos hace santos.




Crucificado con Cristo

Seguimos al Crucificado; somos del equipo del perdedor. Comprender que así es la fe cristiana, y que todo deriva del instante supremo de la muerte del Crucificado. Que se hace eterno en Misa, y que pide de nosotros la ofrenda de nuestra vida.