El Amor Hermoso de María
La presencia de María es muy consoladora, por diversos motivos: medianera, protectora, madre… pero también porque nos anima al ver tanta miseria a nuestro alrededor. En Ella nada hay manchado, y al verla comprendemos la altura a la que quiere llevarnos Dios. En Ella está el Amor Hermoso, es decir, la dedicación de su Corazón a Jesús en exclusiva.
Para ser gratos a Dios
Dios adornó a María con todas las prerrogativas. Por eso es un constante punto de referencia, y por eso queremos imitarla desde el principio, es decir, desde su pureza inmaculada. Pero podríamos continuar admirando su profunda humildad, su dedicación a Jesús, los detalles con Él, su presencia junto a la Cruz. Consagrarnos personalmente a Ella.