14 de agosto
Víspera de la Asunción
Nuestro corazón se libera de sus limitados horizontes al ver la Estrella que Dios lleva al Cielo. Alcanzaremos esa misma meta llenándonos de amor a Jesucristo. Para eso, Dios nos envía contrariedades, pues así logra que disminuya el amor propio y crezca el de Jesús. María nos precede y nos alienta.
Gozo, Asunción
Elevamos nuestra mirada al Cielo, ahí donde va hoy nuestra Madre Santísima. Dios quiso para su Madre este inmenso privilegio: que no conociera la corrupción del sepulcro. Hoy es un día de esperanza del mundo venidero, ya que así como Ella está, así estaremos.
Asunción: humildad
Aprendamos a celebrar las fiestas del Cielo, que son las verdaderas. En la Asunción de María nos alegramos con la glorificación de Ella y el preludio de la nuestra. Dios nos ayuda a purificarnos del todo enviándonos pruebas para a crecer en humildad, y así adelantar el purgatorio.