Orar es oír



A Dios se le oye con el alma

No sólo podemos hablar a Dios de tú a tú, sino que también podemos oírlo. Pero, ¿cómo? Parece que Dios permanece en un silencio total. Machado decía: “Tienes un callar que se escucha sólo con el alma”, y tenía razón. Hace falta abrir el alma, sin miedo, para saber qué desea de nosotros.