Gracia santificante




Crecer en gracia santificante

El pasaje de la curación de la hemorroísa nos descubre que de Jesús sale un flujo de vida. Acercarnos con fe, tocarlo y recibir su Vida divina. Apreciar “las maravillas de la gracia divina”, cuyo grado menor supera en valor a todos los bienes físicos.



La vida escondida en Dios

¿Qué es lo que tanto nos atrae de María? Podríamos dar muchas respuestas, pero quedémonos con una: que Ella está totalmente llena de Dios, y en cada instante del tiempo y de la eternidad de Dios son sus pensamientos sus afectos, sus palabras, su Corazón. Como Ella, también nosotros podríamos decir: mi vida está escondida con Cristo en Dios (Col 3, 3).Crece para adentro, crece en gracia, que es lo único que importa.


Lo esencial es la nueva vida

A Nicodemo le revela Jesús el centro de su mensaje: la nueva vida que nos llega por al agua y el Espíritu Santo. Nos constituye realmente en creaturas nuevas, en hijos de Dios. Sin embargo, el arraigo y la conciencia de la filiación divina es un proceso creciente, que nos hace alegres y confiados en el amor del Padre.