Humildad



Olvido de sí

¿Cristianismo de supermercado? ¿Escoger algo que nos gusta y dejar en el anaquel lo que no nos apetece? Quizá dejamos en el anaquel las palabras de Jesús cuando se manifiesta exigente, totalizador, por ejemplo, al indicar que solo podemos seguirlo si nos negamos a nosotros mismos. El olvido de sí es un don que hemos de pedir y un ejercicio continuo para practicar.



Olvidarse de sí

Cualquiera puede odiarse a sí mismo; lo difícil es olvidarse de sí mismo, decía Bernanos. Lleno el corazón del amor a Jesús viviremos con la naturalidad del que no se acuerda de que existe. La afirmación del yo conlleva dificultades en las relaciones interpersonales y la constante insatisfacción de la vida. Para entrar a la cueva de Belén hay que agacharse.



Los bienes de la cizaña permanente

Mateo 13, 24-30: parábola del trigo y la cizaña. ¿Por qué permite Dios que, en nuestra alma, coexistan el trigo y la cizaña? Sin duda son múltiples los beneficios: conocimiento propio, humildad, atraer la misericordia de Dios, etc. Descubrir el valor de las propias miserias como fuente de gracia y ocasión para atraer la misericordia de Dios.