Trabajo



Santifica tu trabajo

El desarrollo humano de Jesús es el de una naturaleza humana verdadera y perfecta. No fue pescador, ni agricultor, ni pastor; fue artesano. Quizá nos quiera Dios indicar con ello la transformación de la realidad con las manos. Porque a eso vienen los hijos del Padre, a devolver, divinizándola, todas las tareas honestas de los hombres.