Vida interior



Fortalecidos en lo interior

En la carta a los Efesios, san Pablo eleva su súplica al Padre celestial para que todos seamos “fortalecidos en el hombre interior”. El proceso arranca de hacer que, por la fe, Cristo habite en nuestros corazones. Entonces resultamos “arraigados y cimentados en el amor”, en una proyección que nos deja pasmados: “llenarnos de la plenitud de Dios”.