Santidad



Miedo a ser santo

El cardenal vietnamita Van Thuan, que tanto sufrió para permanecer fiel a la fe, confiesa que, durante toda su vida, tuvo miedo a ser santo. Porque eso supone dejarnos en un abandono total en las manos de Dios, y llegar hasta el final en la entrega. La santidad es la unión del hombre con Dios por la gracia de Cristo, en el ejercicio de las virtudes teologales.



La Voluntad de Dios es nuestra santificación

I Tesalonicenses 4, 3: Esta es la voluntad de Dios, vuestra santificación. No se trata, pues, de una ocurrencia, o de sentirnos superiores a la media; es, simplemente, el proyecto de Dios para todo hombre, manifestado en Cristo. Y la santidad es amor, es profundidad de vida interior, es dar el máximo relieve y la mejor ejecución a las normas de piedad.



El Sembrador siembra la palabra

Salió el sembrador a sembrar… esta parábola nos revela un dejo de tristeza: solo una de cuatro tierras en las que Jesús siembra, da fruto. Revisemos si no hemos sido presas del demonio, que arrebata la semilla junto al camino. O de la superficialidad, porque nuestro terreno es pedregoso, o de las seducciones del mundo, que la ahogan. O si buscamos abrir siempre nuestro corazón, para dar fruto.