Caridad


Caridad como los primeros cristianos

¿Cómo vivían los primeros cristianos? Acudían al Templo todos los días, con un mismo espíritu, y vivían todos unidos con alegría y sencillez de corazón. Conocemos que somos de Dios si tenemos caridad, comenzando por ser portadores de paz. Si sabemos reconocer las cosas buenas de los demás, olvidándonos del yo, podemos lograr que las diferencias sumen, en lugar de restar.



Comprensión y cariño

El mandamiento de Cristo es amarnos como Él nos ha amado. Necesitamos para eso su Corazón: de esa fuente procederá todo. ¿Hemos aprendido la ciencia del saber querer? Podemos examinarnos a través de dos vertientes: la comprensión y el cariño.



Te quiero bien

Si san Pablo suele ser sublime en sus cartas, en el himno a la caridad (I Corintios 13) se superó a sí mismo. Nos invita a apostar siempre por ésta, la reina de las virtudes, que nos hace parecernos a Dios. Querer como quiere Él, querer bien, querer santos.