Contemplación



Cristo Cielo Contemplación

Jesús ha ido con el Padre a prepararnos un lugar. Estar en el Cielo es estar con Él. Es la casa del Padre. Y el Cielo es la contemplación de la visión beatífica, que comienza aquí con la vida contemplativa. Hacer oración contemplativa es mantener la mirada fija en Él. Observar los tres pasos recomendados por santa Teresa.



Contemplativos en lo ordinario

Jesús invita a sus oyentes a saber descubrir la presencia de Dios en las realidades más sencillas: las aves, los lirios del campo… Descubramos también nosotros a Dios en sus señales, remontando la visión chata, pegada a la tierra. Para ello, ejercitémonos a descubrir a Dios en la Eucaristía.



Mirar a Cristo es adelantar el cielo

Ora vitam beatam, aconsejaba san Agustín a Proba. “Pide la vida bienaventurada”. Es la culminación del proyecto divino, que desea hacernos inmensamente felices. Ese camino es la vida contemplativa, buscando la mirada de Cristo y dejándonos envolver por ella. Santa Teresa recomendaba hacerlo en tres pasos.