Contrición



Pedir perdón y perdonar

Jesús narra la parábola del siervo despiadado (cf. Mt 18, 21-35), y nos hace comprender lo ilimitado del perdón. Y es que, después de que el Señor pagó con su Sangre todas nuestras ofensas, ya no podemos ir por un camino distinto al del perdón, que incluye dejar de lado toda manifestación de venganza, por ejemplo, ignorando a la persona. Y, cuando nosotros somos los que hemos ofendido, es muy sano siempre pedir perdón.



Contrición Confesión

¡Cómo libera la aceptación de las propias culpas! Además, es algo que le encanta a Dios, que se alegra más por un pecador que se convierte que por 99 que no lo necesitan. No perder de vista que el sacramento de la Confesión es un encuentro, en el que Dios hace fiesta.



Sin que tú sepas cómo…

“El Reino de los cielos es como un hombre que echa un grano en la tierra y ya duerma o se levante, de noche o de día, el grano brota y crece, sin que él sepa cómo…” (Mt 24). Cuando nos abrimos a la acción de Dios, sin saber cómo, va creciendo el Reino de los cielos en nosotros. Es la gracia, la santificación, la transformación en Cristo, que nosotros no sabemos, porque es una obra de Dios.