Conversión



Purifica tu interior

Nos situamos en nuestra verdad cuando reconocemos que en el origen de nuestros pensamientos y deseos hay un fondo de corrupción. Eso nos inclina a la contrición y a la vigilancia, haciendo que reconozcamos los pecados veniales y los movimientos desordenados. Entonces el Espíritu Santo podrá conducirnos con facilidad.