Cruz



Pruebas para acordarte de Dios

Durante el éxodo de Egipto a la tierra prometida, Dios somete a Israel a pruebas y le da luego respuestas maravillosas: el agua en el desierto, el maná… ¿Por qué las pruebas? Para probar su fidelidad a Dios. Ahora también Dios nos manda pruebas, como las pandemias, para que no nos olvidemos de Él. Respondamos con la fuerza de la fe, la certeza de la esperanza y el fervor de la caridad.



Dolor salvífico

Me alegro en mis padecimientos y completo en mi carne lo que falta a la Pasión de Cristo, en beneficio de su Cuerpo, que es la Iglesia (Col 1, 24). El cristianismo es paradójico: encuentra alegría en el padecimiento y vida en la Pasión de Cristo. El dolor es salvífico (S. Juan Pablo II). Es el mediador insustituible para la salvación del mundo. Jesús se abraza a la cruz que ha de darle muerte.



Solo la Cruz de Cristo salva

El 3 mayo de 1938 la ciudad de Roma estaba llena de banderas nazis, porque Hitler fue recibido por Mussolini. El papa Pío XI prefirió ausentarse de la ciudad: era el día de la Cruz y se exhibía una cruz que no salva. “La Cruz es el escudo y el trofeo contra el demonio; el sello para que no nos alcance el ángel exterminador, el instrumento para levantar a los que yacen, el bastón de los débiles, la guía de los que se extravían…” (S. Juan Damasceno).