Cruz



Doctorado en la Ciencia de la Cruz

Para ser santos necesitamos sacar un doctorado: es la ciencia de la Cruz. El maestro del doctorado es el mismo Cristo, y lo son también María y los santos. Aprobar la ciencia consiste en cambiar el dolor por amor, y en descubrir que la alegría tiene sus raíces en forma de cruz.



Pensar en el Crucificado

Hacer penitencia es requisito para entrar en el Reino de los Cielos. Sin embargo, la relegamos frecuentemente, quizá porque no logramos comprender a fondo su profundo valor. Y, sobre todo, el amor que Jesús nos mostró muriendo en ella. “Cruz, descanso sabroso de mi vida, vos seáis la bienvenida”, decía santa Teresa. Un descanso sabroso, porque encontramos en ella el más grande amor.



La Cruz es amor y redención 

Suele celebrarse los viernes la Misa votiva de la Santa Cruz. Oportunidades para profundizar en su sentido: prueba de amor, y por tanto eficacia redentora. Jesús nos invita: toma cada día tu cruz… A medida que pasa el tiempo, esa cruz que quiere que tomemos es sobre todo pasiva, por los achaques de la edad, las enfermedades y las limitaciones. Encontrándole el sentido, toda mortificación nos llevará al crecimiento en el amor.