Espíritu Santo




Vivificador

Los Santos Padres comparan la acción del Espíritu Santo con el alma infundida en nuestro al cuerpo: lo vivifica. Descubrir dónde actúa Él, o dónde actúa el espíritu propio (naturalismo), el espíritu del mundo o el espíritu satánico. Sólo los que son movidos por el Espíritu son hijos de Dios.



Acción y frutos

Advirtamos y apreciemos cada vez con más hondura en invaluable regalo que nos consiguió Jesús de parte del Padre: el Don de la Persona divina que nos santifica. Recordemos los modos de atraer más su acción y de advertir sus frutos.



Fuego de Amor

En Pentecostés, el Espíritu Santo se comunica en forma de lenguas de fuego. Imagen muy expresiva, pues el fuego es purificador, intensidad, resplandor. El primer fruto del Espíritu de Dios es, precisamente, un fuego de Amor. “Hazlo todo por Amor”, porque entonces serás movido por el Espíritu Santo. No como emoción pasajera, sino como fuego de permanencia, quemando lo más profundo de nuestro ser. Los antiguos pensaban que el fuego era una cosa divina y, si lo entendemos como el Espíritu Santo, es, efectivamente, lo propiamente divino.