Eternidad




Candidato al infierno

Parábola del rico epulón y el pobre Lázaro. Aunque no suene bien a los oídos modernos, el infierno es real, y es una posibilidad para cualquiera. ¿Candidatos? Los hombres de placer, que cierran su corazón al prójimo necesitado, y pierden el sentido de la trascendencia.