Eternidad



Parusía, esperarla centrados en Jesús

En las últimas semanas del tiempo litúrgico se nos recuerdan las verdades que tendrán lugar al final de los tiempos. ¿Cuáles serán las señales de que ya está cerca? Nuestra espera está centrada en Jesús: cada vez que lo busco, cada vez que comulgo, adelanto la segunda llegada de Jesús en su Parusía.



Anuncia la eternidad

Jesús nos recomienda tener miedo a los que pueden enviar cuerpo y alma a la gehena, al lugar de podredumbre, soledad y desesperación. La posibilidad existe mientras estemos vivos. Ante la conciencia de situación tan espantosa, aprovechemos el tiempo; oración, mortificación, acción. Nuestro tiempo puede salvar almas, no lo despilfarremos en bagatelas.



Prepara el más allá

Nuestra vida transcurre entre dos abrazos, el bautismal y el que nos dará el Padre celestial al llegar a la gloria. Preparar el encuentro: que no sea una muerte “repentina” porque nos hemos dispuesto a ella. Y que no sea un juicio “sorpresivo”, porque hemos procurado escuchar siempre la voz de la conciencia en la que habla Dios.