Eternidad



2 de noviembre

La muerte es la cita

Si comprendiéramos a fondo el mensaje de Jesús, entonces nos ilusionaría muchísimo la muerte, porque la veríamos como el momento de la cita. Hacer adelantos de ese momento, deseando contemplar el Rostro de Jesús. Al crecer en el amor y en el servicio, se acrecentará nuestra dicha de la eternidad.



Contemplación y eternidad

Jesús nos invita a pensar en su Reino, a aceptar su Reino, lo que supone ser introducidos en su Vida, en la esencia de Dios, que es Amor. Nos ha dado, ya desde aquí, una puertita para adelantar el Cielo, que es la vida contemplativa. Con la fe tenemos la sustancia de las cosas que esperamos, son ya reales, en la medida en que, con los ejercicios de contemplación, las percibamos.



Ama más a cada momento

Noviembre, mes de difuntos; otoño, anuncio del morir de la naturaleza; fin del Año Litúrgico… todo nos recuerda que tempus breve est, y que nuestro destino es la eternidad. Aprovechar este breve espacio de tiempo entre dos eternidades que es nuestra vida no consistirá en hacer muchas cosas, sino a aprender a amar en cada instante.