Fe



El Resucitado

No es el Resucitado un personaje virtual, algo así como el lejano actor de una película grabada hace mucho tiempo. El Resucitado es real, presente, vivo, actuante, cercano, íntimo, abierto a la comunicación y al amor. “Las cosas importantes son las que no se ven”, dijo Saint-Exsupery. Comparte cada uno de tus instantes y de tus circunstancias con el Resucitado.



De la nada al Amor

Creados de la nada, reconozcamos nuestra condición creatural. Y vivamos agradecidos, porque todo procede de un Amor inimaginable. Rectifiquemos nuestra concepción de Dios, y vivamos de su Amor y para su Amor.




Todo cambia desde la fe

El cielo se abre cada vez que nuestra alma se abre a la fe. Tenemos entonces infinitas posibilidades, y hacemos el mejor uso de nuestra libertad: nos decidimos por aquello que Dios nos ha manifestado. Dos termómetros para medir la fe: nuestra vida eucarística y la constante conversación con Jesús, el Amigo.