Que no decaiga la fe
Durante el éxodo por el desierto, Dios envió al pueblo judío una columna de nube para guiarlos durante el día, que se volvía de fuego para guiarlos durante la noche. Esta última columna de claroscuro es la fe: revela las cosas de Dios al tiempo que las oculta. El que quiera creer, que crea. Animarnos a detener la crisis profunda de fe, siendo testigos de ella.
Fe en lo cotidiano
María inaugura la fe de la Nueva Alianza no solo porque creyó en la Encarnación, sino porque siguió creyendo cada día, cada hora, en cada circunstancia. Nos apoyamos en su fe, principalmente cuando puede entrarnos la “fatiga del corazón”. Fe continua y creciente, que lleve siempre a la paz.