Filiación divina



Ustedes son dioses

El Verbo se hace hombre de María: segundo a segundo toma carne de esa carne, sangre de esa sangre. Tal es el plan maravilloso del Padre: que el Verbo también se haga de nosotros, a partir de nuestra carne y de nuestra alma, por la recepción eucarística y por nuestra contemplación de la Santísima Humanidad del Señor.