Filiación divina



Padre bueno

Meditar la vida de Jesús es camino de verdad y de salvación. Esa vida comienza en el vientre de María, y en esa Alianza definitiva descubrimos nuestra identidad: ser hijos de Dios, amados incondicionalmente por un Padre bueno. Pidamos el don de piedad, para comprender y vivir esta asombrosa realidad.