Amor a Dios




Todo por amor

En la semana que transcurre entre la Asunción y la Coronación de María nos preguntamos por el secreto de su enaltecimiento. Y es que Ella está llena de amor. Lo que hacemos por amor se va a la eternidad. Revisar el porqué de cada una de nuestras acciones.



La esencia es la unión del alma con Dios

De muchas maneras nos invita Jesús a la unión. Resulta maravilloso que nosotros, pobres pecadores, seamos convocados a ese increíble privilegio. Busquemos la unión, comenzando por nuestra vida espiritual, que a veces puede desenfocarse: por rutina, por vanidad o por inconsciencia. La unión en la tierra es preludio de la unión en la eternidad.



Barrer siempre la casa

En el Evangelio de la Misa de hoy Jesús explica lo que le ocurre a quien se ha liberado de un demonio y barre y arregla su casa. Pero ese demonio desea regresar, y trae consigo siete más. No basta barrer una vez, sino que debemos barrer siempre. Decidirnos por la opción fundamental del amor a Dios, en un planteamiento de santidad que nos lleve a la vida en Cristo y a la aceptación gustosa del plan de la Providencia para con nosotros.