Amor a Dios



El triunfo del amor 

Dios nos ha creado a su imagen y semejanza, y Él es en su esencia Amor. En nosotros se libra una batalla entre el amor y la incapacidad de amar, pero no en María. En Ella se da el triunfo del Amor. Por eso nos consagramos a Ella, para situarnos en esa línea que es la del proyecto divino.




El Amor conjura la tibieza

Que nos dé un poquito de miedo el caso del joven rico: una vocación frustrada. La clave es vivir enamorados: ¿dónde encuentro contraposiciones entre el vivir enamorado y la queja, o la apatía, o el ser remiso a las invitaciones del Señor?



María, María, María

María es el arquetipo de la Iglesia, el modelo de todo lo que cada cristiano debe ser. Nos enseña la ciencia que más importa, que nada vale la pena si en nuestro pecho no arde la llama de amor vivo. Nos enseña a que el cristianismo no es tanto comprender la doctrina de Jesús, sino comprenderlo a Él.