Apostolado



Amor apasionado para ser apóstol

Jesús elige a sus colaboradores, y estos lo siguen dejándolo todo. No hay tarea de mayor trascendencia que la de salvar almas. Honrados por la invitación a ser apóstoles, dediquemos nuestra vida a tal cometido. Pero no podremos serlo sin un amar apasionado, real y total por Jesucristo. Porque se trata no de trasmitir contenidos, sino de presentar a una Persona.




Dar a Dios a los demás

“Venid, benditos de mi Padre, porque tuve hambre...”. La principal obra de misericordia es el apostolado, pues viene a remediar la carencia más profunda del hombre. La fecundidad apostólica procede de la unión vital con Cristo.



Apostolado: fuego de amor 

Los pastores se llenan de alegría con el Niño, y se convierten en pregoneros de la Buena Nueva. Método imprescindible: llenarnos de Dios para poder ser testigos de una Persona. Jesús predicaba de día y oraba de noche. Solo así se logran frutos en el apostolado.