Apostolado



Invitar al banquete

“Érase un rey que preparó el banquete de bodas de su hijo…” Jesús nos explica el reino de los cielos con esta hermosa imagen. El Hijo se desposará con la naturaleza humana y todos estamos llamados a tomar parte. Pero el rey necesita heraldos que anuncien, y ellos deben llenarse del Amor para ser testigos creíbles.



Salva almas

A los pescadores de peces los hace Jesús pescadores de hombres. Es también la tarea que otorga sentido de misión a nuestra vida. Tener conciencia de ser instrumentos, valorando más y más la importancia de salvar almas… ¡para la eternidad! Toda nuestra vida ha de ser apostólica, pues la mejor obra de misericordia es dar a Dios a quien tiene esa enorme carencia, la más honda de todas.



Nos necesita para salvar

Uno de los pasajes más bellos del Antiguo Testamento es “La canción de mi viña” del profeta Isaías. Manifiesta ahí el dolor del Amado que cuida con esmero su viña y que al final no dio uvas, sino agrazones. Es el dolor del Corazón de Jesús por el rechazo de los hombres ante las muestras de su amor. Ese dolor ha de ser nuestro, y nos llevará al deseo de salvar almas, por el bien de ellas y por el contento del Corazón que tanto las ama.