Pentecostés (incluye Decenario)



Tercer día del decenario: Don de Esperanza

Desde el principio de la Creación, el Espíritu de Dios es enviado como el influjo vital: Él es Señor y Vivificador. La faz de la tierra se renovará por la acción del Espíritu Santo; podemos empezar porque renueve la faz de nuestro propio corazón.