Pentecostés (incluye Decenario)



Octavo día: La Fuerza del Espíritu Santo

El Espíritu Santo es la fuerza que nos da Dios para ser buenos. Y hay que pedirla a Dios para ser buenos. ¿Contamos con la fuerza de Dios para ser buenos? Si tienes experiencia de que tu vida no ha dado los frutos de santidad, es quizá porque no hemos sabido contar con Él.



Noveno día. Saborea lo divino

El Espíritu Santo hace posible que tu alma pueda saborear los misterios de Dios. Eso sucede gracias al don de Sabiduría, el más alto de los dones del Espíritu Santo. Ese don nos produce el gozo de las cosas de Dios.



Plenitud de la plenitud

En la solemnidad de Pentecostés queremos advertir la acción del Espíritu Santo. Sé agradecido con Él, que hace todo en ti. Y llénate de confianza porque ese Dios que está en ti vence los emporios del mundo, del demonio, y la complicidad de tu propia carne. Considerar la Secuencia que leeremos en la Misa de hoy.