Pentecostés (incluye Decenario)



Secuencia al Espíritu Santo

En la preparación a Pentecostés, buscamos hacernos cargo de la importancia fundamental del Espíritu Santo en nuestra santificación. La secuencia Ven Espíritu Santo, Ven luz de los corazones, Ven padre de los pobres… nos recuerda la necesidad y la múltiple acción del Paráclito. De actuar con más intensidad, todo se transformaría en divino.


Pentecostés: mismo lenguaje

Pentecostés, misterio que reconstituye el drama de Babel: ahora tenemos un mismo lenguaje, que es el del Amor. Renovar lo que hicimos en la Confirmación: ser de Dios; pertenecerle. De este modo le facilitamos que pueda conducirnos hasta la meta de la santidad.



Ven, oh Espíritu Santo.

Seguimos la recomendación del Jesús: no se alejen de Jerusalén aguardando al Espíritu Santo. Eso queremos hacer en este Decenario, porque el Espíritu es la Ley Nueva, la ley interior. Sin Él, nada podríamos. La letra mata, el Espíritu vivifica, decía san Pablo. Solo si nos visita, podrá cambiar nuestro corazón de piedra en un corazón de carne. Invitándolo, nos inspira y nos fortalece en el proceso de santidad.