Santas y Beatas



22 de julio

María Magdalena penitente

En la memoria litúrgica de esta santa de la primera hora, aprendemos el valor de la contrición. Siete demonios tenía, y Jesús la libró de todos. Su título de gloria es “penitente”, y nosotros, que como ella somos pecadores, estamos invitados a la contrición interior. En los sacramentos de la Reconciliación y la Eucaristía nos ejercitamos en ella.



22 de julio

Magdalena, Pasión de Amor

Magdalena llora de desconsuelo fuera de la tumba del Señor. Ni siquiera da importancia a los ángeles y su anuncio. Es la vibración del amor, a la que también nosotros estamos invitados: “tú y yo, más locos que la Magdalena, qué cosas le hemos dicho…”. La santidad es la plenitud del amor, y tenemos cada una de las normas de piedad para lograrlo.



Velen y estén preparados

Magdalena está de necia junto al sepulcro vacío. No permitió ella que desapareciera el último reducto de su esperanza. No permitamos tampoco nosotros de se nos pierda Jesús. La fe se ejercita de continuo, “neceando” para que todo se enfoque con esa óptica. Valor para preguntarnos: ¿Tengo fe? ¿De qué tamaño es? En definitiva, ¿trato a Jesús vivo?