Adviento



Aquel que vendrá

En el III domingo de Adviento la liturgia nos invita a alegrarnos: Gaudete in Domino semper, íterum dico gaudete. La razón: el Señor está cerca. Es más íntimo a mí que yo mismo: es más yo que yo. Juan Bautista manda preguntar a Jesús: ¿Eres tú el que ha de venir o hemos de esperar a otro? Paráfrasis: ¿Es a Jesús a quien espero yo, o estoy confundido y espero algo distinto?



Alegría en el Adviento

La liturgia del tercer domingo de Adviento es una vibrante invitación a la alegría: “Alégrense siempre en el Señor”. Al margen de lo que ocurra, la invitación es permanente, porque la razón de la alegría es Jesús. Purificar el corazón, para educar el deseo del Señor.



16 de diciembre

Conciencia de la Encarnación, de la divinización.

Hoy, día que comienza el invierno, consideramos la historia de san Bonifacio y el árbol de Navidad. Ésta, y otras tradiciones, nos ayudan a introducirnos al Misterio. Conciencia de la Encarnación, de la divinización. Darle el sentido de lo sagrado al prodigio que celebraremos pronto.