Adorar la Sagrada Eucaristía Adorar la Sagrada Eucaristía El mundo no atiende al don eucarístico. Hay que adorar, hay que dar gracias, hay que amar, hay que acompañar. Correspondencia al Amor que ahí se contiene, que es el mismo Amor del Calvario: un Cuerpo entregado, una Sangre derramada.