Bienaventurados los misericordiosos
De acuerdo al relato de san Mateo, Jesús comienza su vida pública predicando las bienaventuranzas. ¿Creemos en estas promesas de felicidad, totalmente opuestas a las máximas del mundo? Revisar, por ejemplo, la misericordia de nuestro corazón. Si somos misericordiosos, alcanzaremos misericordia.