Drama del Calvario, Drama de la Misa.
Jesús instituye la Eucaristía con claro acento sacrificial: mi cuerpo que será entregado; mi sangre que será derramada. Inseparable de la entrega del Viernes Santo, ahí se resuelve el drama de la vida de Cristo y el de la humanidad. Continúa el misterioso manar de esa sangre que derrama un diluvio de gracias sobre la humanidad. Afianzar nuestra fe en el carácter sacrificial de la Misa.