Leer la Escritura y leer la conciencia
Apreciemos la invaluable riqueza de tener “palabras de Dios”, es decir, palabras divinas, palabras del cielo, superiores a cualquier palabra de los sabios de la tierra. Y esas palabras se pronuncian también hoy para nosotros. Orígenes recomienda leer esa palabra inspirada junto con la lectura de la propia conciencia, y entonces descubriremos lo que ya sentíamos en el corazón.