Dar cuenta de los talentos
““Las parábolas están en el corazón de la predicación de Jesús” (J. Ratzinger). En la parábola de los talentos nos invita a aprovechar el tiempo, no solo el físico sino también el mental y el emotivo. ¡Cuántos miles de horas hemos perdido en desgastes emocionales o en inventos de la imaginación! Aprovechando ese tiempo oiremos la conclusión de la parábola: Bien, siervo bueno y fiel.