Solemnidad Encarnación Endiosados
Misterio que nos rebasa: el Dios infinito se hace uno de nosotros. Solemnidad que, en cierto sentido, es la más importante, pues se inicia la salvación. El Verbo fue hecho ex Maria, de María, de la realidad de un cuerpo y una sangre. Así ha de suceder en cada uno: Cristo debe formarse a partir de nuestro ser personal. Es el endiosamiento, o divinización. “Cristiano, sé lo que eres”, podríamos decir parafraseando a san Juan Pablo II. Sé realmente de Dios, divinízate.