Importancia de la formación
Un planteamiento de plenitud de vida cristiana exige una adecuada formación. Se dirige a la persona entera, y por eso incluye los cinco aspectos de los que hablaba san Josemaría: humano, espiritual, doctrinal-religioso, apostólico y profesional. La Obra es una gran catequesis, y el esfuerzo por dar formación y recibir es prioritario. Y no termina nunca.
Procesar la formación recibida
Jesús convivió estrechamente durante tres años con sus apóstoles. Los fue formando, y cada uno se dispuso mejor o peor ante esa formación. Con nosotros hace lo mismo, nos llama junto a Él para que seamos Él. Porque, al fin y al cabo, toda formación no es sino la manera de con-formarnos con Cristo. Pero es preciso entrañarla, hacerla propia, para que tenga eficacia.