Prepara Pentecostés
En la semana siguiente a la Ascensión del Señor mantenemos la ilusión de ser vivificados por el Santificador. Él es “dador de vida”, y hemos de advertir la importancia radical de dejarnos vivir por esa Vida. Trascender el espíritu propio (naturalismo), para actuar como hijos movidos por el Espíritu.
Decenario con María
Vivir el Decenario al Espíritu Santo es continuar con el mandato que Jesús hizo a los apóstoles de permanecer en Jerusalén aguardando el envío del Paráclito. Lo hacemos perseverando en oración, con María. Ella es nuestro modelo porque nadie como María está llena del Espíritu de Dios. ¿Amamos al Espíritu Santo? Porque es Persona, aunque nos cueste trabajo perfilar su fisonomía. Pero nos basta saber que es la totalidad del Amor.