Fe, monoteísmo y filiación divina
“Creo en un solo Dios, Padre todopoderoso”. La primera afirmación del Credo resulta muy comprometida. No tenemos otra mediación para acceder a Dios que la fe. Y confesamos su unicidad, preguntándonos si realmente somos monoteístas, es decir, si Dios es absolutamente lo prioritario en nuestra vida. Y nos sentimos luego enormemente consolados al saberlo absolutamente Padre.