Combate



El combate de la oración

El Catecismo de la Iglesia Católica nos enseña que la oración es un combate. Así lo desarrolla el n. 2725, animándonos a vencer los dos enemigos fundamentales: nuestro propio yo y las tácticas del demonio. En las primeras, tenemos que superar la falta de fe, el aletargamiento, en monólogos donde encontramos mil justificaciones. El segundo enemigo son las formas erróneas de entender la oración: el psicologismo, las prácticas y plegarias rituales, etc. Orar es entregarnos a Dios y recibir a Dios que se nos entrega.