Memorial de la Muerte de Cristo
Encender nuestra fe ante el más grande portento que podemos contemplar: la Misa como actualización del mismo Sacrificio de Cristo.
Sintonía del corazón con el Corazón de Cristo: sólo así participaremos algo menos mal en el momento central de nuestra Redención.
Pedir a Dios más fe durante la Santa Misa.
La frase del Bautista: “He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo” nos remite a la Eucaristía. La Iglesia asume esa frase como un acto de fe, al reconocer en Jesús la realidad de la figura del cordero pascual inmolado por los judíos. ¿Me percato de que está en Misa el Salvador del mundo, al asumir los pecados? ¿Estoy en el Calvario en cada Misa?