Para vivir en Cristo
“Cristo es para nosotros todas las cosas”. La santidad no es perseguir un ideal en solitario, sino vivir una diaria aventura de amor. Conocimiento de Jesús, que acaba en asimilación. ¿El obstáculo? Estar distraído, es decir, tener el corazón ocupado. Para asimilarse a Cristo se precisa, por tanto, la pureza interior.